El Síndrome del Músculo Piramidal es una de las patologías que pueden provocar dolor en la zona de la nalga y cara posterior de muslo y pierna, limitando mucho el día a día de las personas que lo padecen.
Para su tratamiento, es muy importante realizar un correcto diagnóstico diferencial, para descartar que se trate de otras patologías como hernias discales, lesiones en la articulación sacroilíaca o, incluso, patologías viscerales que pueden provocar síntomas similares.
Si quieres conocer más sobre el Síndrome del Piramidal y así encontrar recomendaciones para mejorar tu dolor, te animo a seguir leyendo.
¿Qué es el Síndrome del Músculo Piramidal?
Es una lesión neuromuscular en la que se produce un atrapamiento del nervio ciático por la contractura del músculo piramidal (también llamado piriforme) situado profundamente en la pelvis, produciendo dolor además de otros síntomas nerviosos como puede ser adormecimiento, hormigueo y/o pérdida de fuerza.
Como se puede ver en la imagen, el músculo piramidal y el nervio ciático guardan una relación espacial muy estrecha y cualquier afectación en el músculo puede repercutir en la función del nervio.
Este atrapamiento produce dolor en la zona y que se puede irradiar a lo largo de todo el recorrido del nervio ciático por la parte posterior de la pierna y, puede asociar hormigueo y pérdida de fuerza.
El músculo piramidal es uno de los rotadores externos de la cadera, permitiendo que el pie y la pierna se muevan hacia afuera, por lo que puede generar dolor y limitación funcional en muchos movimientos del día a día como montarnos en el coche, estar sentados o caminar.

Síntomas del Síndrome Piramidal
EL dolor y las sensaciones desagradables asociadas al Síndrome Piramidal variarán según los pacientes y el grado de afectación, pero los más comunes son:
Dolor en la zona lumbar y glútea
Dolor de tipo profundo, en la mitad de la nalga que puede irradiar hacia la parte lateral de la cadera o trocánter, donde se inserta el músculo piramidal.
Dolor en muslo y pierna
Se trata normalmente de un dolor irradiado, como si se extendiera desde un foco que está en la zona glútea por la cara posterior de la pierna, pudiendo llegar hasta el tobillo.
Hormigueo y entumecimiento de nalga y pierna
Es muy habitual que asociado al dolor en la zona del músculo piramidal, aparezcan además sensaciones eléctricas provocadas por el atrapamiento del nervio ciático: cosquilleo, entumecimiento, sensación de pesadez o alteraciones en la sensibilidad que se alivian con el movimiento, por lo que es común que los pacientes sientan la necesidad de estar moviendo continuamente la pierna para aliviar esa sensación desagradable.
Debilidad muscular
Si el Síndrome Piramidal se alarga en el tiempo, y el pinzamiento del nervio ciático se mantiene, puede aparecer sensación de debilidad en la pierna, como si no “sujetara” bien el peso del cuerpo.
Dificultad para actividades cotidianas
Estar sentada en la oficina, conducir o caminar pueden ser todo un reto si tienes el Síndrome del Músculo Piramidal. La compresión del músculo que ya está irritado junto con el cansancio que presenta para hacer sus funciones musculares, puede limitar mucho llevar a cabo actividades de la vida diaria.
Afectación del rendimiento deportivo
El músculo piramidal es fundamental en la biomecánica lumbar y coxofemoral, por lo que, sobre todo en deportes de impacto o de trabajo de fuerza su afectación puede ser muy limitante en la práctica deportiva.
¿Cómo se confirma que el dolor lumbociático se debe a un Síndrome Piramidal?
Para diagnosticar el Síndrome del Músculo Piramidal es necesario combinar diferentes herramientas:
Historia clínica
Cómo comenzó el dolor, cuál fue el desencadenante, cómo se comporta el dolor a lo largo del día y cómo le afecta el reposo o movimiento, los antecedentes previos de otras lesiones o predisposiciones biomecánicas como alteraciones posturales o de la pisada pueden dar mucha información sobre la posible causa del dolor.
Examen físico
Tanto en la consulta de Traumatología como el propio Fisioterapeuta realizará test de movimiento de columna, pelvis, cadera y miembros inferiores, así como de la movilidad del nervio ciático llamados test neurodinámicos que permitirán descartar otras patologías y orientar mejor el diagnóstico.
Pruebas complementarias
Las pruebas de imagen como radiografías, resonancia magnética nuclear (RMN) o electromiograma (EMG) pueden ser determinantes para descartar otras posibles causas del dolor lumbociático como una hernia discal, una estenosis del canal medular o un atrapamiento del nervio ciático en otra localización de su recorrido que no corresponde al músculo piramidal.
Con toda esta información el especialista de Traumatología podrá descartar de forma más específica si se trata de un Síndrome del Músculo Piramidal.
Además, el Fisioterapeuta durante su exploración y primer abordaje en consulta también obtendrá información sobre el funcionamiento de la región lumbopélvica del paciente y así, poder enfocar el tratamiento de fisioterapia de forma individualizada.

Tratamientos de Fisioterapia para aliviar el dolor del Síndrome Piramidal
- Terapia Manual:El tratamiento de las bandas tensas o puntos gatillo miofasciales en el músculo piramidal y sus agonistas, es decir, aquellos músculos con los que trabaja en equipo en la movilidad de la zona lumbar y pelvis ayudará a mejorar el dolor y la movilidad.
- Punción Seca:En ocasiones, como el músculo piramidal es muy profundo es necesario utilizar punción seca para conseguir desactivar los PGM presentes y mejorar el dolor y la restricción de movilidad. La punción seca es una técnica segura y eficaz en el tratamiento del Síndrome del Piramidal.
- Osteopatía:Es necesario revisar que no exista ninguna limitación de movilidad en las articulaciones interapofisarias de la columna lumbar, así como en las articulaciones sacroilíacas y coxofemorales. También es importante descartar que en los miembros inferiores no haya ninguna compensación como en la articulación fémoro-tibial, tibioperoneas proximal y/o distal o en tobillo/pie que esté modificando la biomecánica de los apoyos y la postura.
- Estiramientos específicos:Realizar estiramientos suaves de la región glútea, lumbar y cadera pueden ayudar a mejorar la movilidad de la zona lumbopélvica.
- Recomendaciones posturales y ejercicios de fortalecimiento:Mejorar patrones posturales que favorecen la sobrecarga de la zona lumbopélvica y mejorar la fuerza y la coordinación de los músculos estabilizadores profundos como transverso y multífidos lumbares puede resultar crucial para ayudar a mejorar el dolor asociado al Síndrome del Piramidal ye v evitar recaídas.
Preguntas frecuentes sobre el Síndrome del Músculo Piramidal
¿Cuánto tarda en curarse el Síndrome del Músculo Piramidal?
Como en muchas respuestas en el ámbito de la salud, la respuesta es DEPENDE. Sin evaluarte presencialmente es muy difícil ajustar plazos.
Lo esperable es que si se trata de una lesión reciente, con pocas semanas de evolución, en 3-4 sesiones semanales puedas recuperarte.
Si llevas mucho tiempo con dolor, y hay afectación del nervio por la compresión, los plazos pueden alargarse más, pudiendo llegar a los 3-4 meses.
Durante el proceso, además del tratamiento manual, será importante que te impliques activamente mediante estiramientos y ejercicios de fortalecimiento muscular, lo que ayudará a acortar los plazos de recuperación.
¿Cómo sentarme si tengo afectado el músculo piramidal o piriforme?
Lo más importante es que ambos pies estén apoyados en el suelo, si es necesario en un reposapiés y evitar en lo posible tener las piernas cruzadas, ya que esta posición genera un sobreestiramiento del músculo piramidal.
Además si por tu trabajo pasas mucho tiempo sentado, será importante también que hagas descansos cada 1,5-2h y cambies de posición, para evitar la rigidez muscular y articular.
¿Qué se puede hacer para prevenir la reaparición del dolor o limitar recaídas?
Hacer estiramientos, fortalecer la musculatura lumbopélvica y abdominal mediante entrenamiento de fuerza, cuidar la postura, caminar durante el día o practicar una actividad como el yoga o el pilates que ayuden a fortalecer y flexibilizar las articulaciones lumbares y de la pelvis son herramientas muy útiles para evitar recaídas y ayudar durante la recuperación del Síndrome Piramidal.
¿Qué ejercicios son recomendables para aliviar el dolor en el Síndrome Piramidal?
Estiramientos suaves del músculo piramidal y los glúteos son una buena manera de empezar a flexibilizar esta zona y mejorar el dolor.
Es importante trabajar dentro de la barrera del dolor y no forzar, para evitar empeorar la lesión.
¿Es bueno andar para el Síndrome Piramidal?
Caminar puede ser una buena opción en la recuperación del Síndrome Piramidal siempre que se cumplan las siguientes condiciones:
- El dolor en la nalga y la pierna permite andar sin cojear ni realizar apoyos compensados del pie o rodilla que buscan minimizar el dolor y poder así caminar mejor.
- Si aparece molestia durante la caminata pero al descansar, a las 2h después de la actividad y al día siguiente no hay más dolor que antes de salir a caminar.
- Mientras se camina no aparece o empeora el hormigueo o entumecimiento en la pierna.
- Se utilice calzado cómodo y adecuado para caminar, que permita adaptarse bien al terreno y no sea muy pesado, obligando a trabajar con más fuerza a la musculatura de la pelvis y pierna.
- Se evitan recorridos muy exigentes con cuestas, escaleras o terrenos muy irregulares.
- Se aumenta progresivamente el tiempo caminando según la tolerancia individual para evitar la fatiga muscular.
- En las primeras sesiones que se salga a caminar cuando el Síndrome Piramidal esté muy activo, dejar un día de descanso para favorecer la recuperación muscular, pudiendo realizar otras actividades fisicas como bicicleta o natación si se tolera bien o estiramientos específicos del músculo piramidal.

El Síndrome del Músculo Piramidal es una patología común aunque su diagnóstico diferencial es fundamental
Cuando aparece dolor en la región baja de la espalda y la nalga que se extiende por la pierna se encienden las alarmas y es normal buscar información que nos ayude a descartar posibles causas de ese dolor.
Espero que con este artículo hayas podido encontrar información útil que te ayude a mejorar del Síndrome del Músculo Piramidal. Te recomiendo que visites un fisioterapeuta especialista en terapia manual que te pueda explorarte y confirmar el diagnóstico.
Si estás en Madrid y buscas una clínica de Fisioterapia en Moratalaz-Estrella puedo acompañarte en tu recuperación del Síndrome Piramidal.
¡Te espero!