La mayoría de las lesiones de los pacientes que acuden a consulta de Fisioterapia tienen un origen no sólo en la estructura ósea, muscular o tendinosa, sino que están relacionadas con disfunciones viscerales, en el sistema inmune y/o neuroendocrino.
Por eso, aunque sean tratadas de forma eficaz con terapia manual, vuelve a aparecer dolor porque la causa subyacente no se ha resuelto.
El abordaje desde la Fisiogenómica permite actuar sobre el tejido doloroso del aparato locomotor y a la vez mejorar el funcionamiento visceral y en el sistema inmune a través de los cambios en la alimentación.
Es por esto, que puede ser un abordaje fundamental en pacientes con dolor crónico o lesiones repetitivas que no mejoran sólo con el tratamiento local del dolor.